Era el año de 1972 y egresa la primera promoción de ex alumnos del Ramirez Barinaga, siendo tutor el Hno. Mario Duque y el Director Hno. Juan Rovira. El colegio continúa creciendo. Las instalaciones nuevas a inaugurar eran la piscina con 25 metros de largo y el primer piso de la biblioteca que era ya necesaria para la cantidad de alumnado que contaba el colegio.
En 1974 JUAN BOREA ODRÍA llega al plantel como profesor. Con sus conocimientos en educación aplicó una nueva metodología que revolucionó lo anteriormente experimentado, sobre todo en los cursos de historia, religión, economía política, educación cívica y OBE. Es aquí donde se implanta la EDUCACION DIRIGIDA, donde los alumnos eran practicamente artífices de su propia formación. Se inculcó al alumno el "aprender para la vida y no para las notas", pidiendo una clara actitud crítica ante los acontecimientos del momento como los pasados.
Se comenzó a usar el método de recolección de datos e información por medio de las fichas, el trabajo grupal, grupo de estudio, confeccion de diverdsas monografías y asignaciones dignas de un nivel superior de enseñanza, asi como tambien los primeros periódicos murales.
Se fomentó la participación del alumnado en temas políticos de la época. Años mas tarde Juan Borea organizó charlas políticas para conocer todas las propuestas que se manejaban en las elecciones para la Asamblea constituyente. En el local de la biblioteca participaron de las mañanas políticas: Alberto Borea del PPC, Marcial Rubio de DESCO y Alan García Pérez del APRA que casi le pega al gordito Porfirio Larios y otros más. Alumnos y profesores tenían la oportunidad de manifestar sus inquietudes y opiniones en esos cálidos y a veces pugilísticos debates.
Otro logro de Juan "Boliche" fue la organización del Consejo Estudiantil, donde existían delegados de deportes, cultura, disciplina y religión a nivel secundario.
Todos esos aportes novedosos que se dieron en esos años han quedado como pautas y pilares en la formación de los alumnos hasta el día de hoy, no solo en nuestro colegio, sino en los demás centros educativos del país.
¡Quién lo hubiera imaginado!. Treinta años atrás, un grupo de chiquillos adolescentes tuvimos la oportunidad de conocer el rostro y la actitud de quien poquísimos años más tarde se convertiría en presidente de la república por primera vez y luego, en nuestros días, volvería a serlo (dicen que la historia a veces se repite, la primera vez es comedia, la segunda regresa como tragedia). Lo cierto es que hoy, pasados más de treinta años me preguntaba ¿qué sentirá nuestro profe Larios al haber sido el motivo de la agresión verbal y casi agresión física en el patio de nuestro colegio de quien sería poco después presidente de la república por dos veces?. Sin lugar a dudas, dicha anécdota tiene importancia histórica. Nosotros fuimos testigos de ello.
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