viernes, 26 de octubre de 2007



RETIRO ESPIRITUAL SAN BARTOLO 2003

Historias Prohibidas es solo un nombre, no existe nada que no se pueda contar que no sea verdad. Todos los viernes como hoy estaré con ustedes para contarles algo de mí, situciones que enriquecieron mi vida en la que ustedes amigos mios son partícipes. Quizás para alguno no sea tan trascendente pero creo que si tengo la oportunidad de escribir lo haré para construir y aportar algo. Tendremos noticias de actualidad, anécdotas y experiencias dentro y fuera del colegio, algún chisme y demás. Espero no aburrirlos.

Hace cuatro años, cuando celebramos nuestras Bodas de Plata creímos conveniente realizar dentro de las actividades del año, un Retiro Espiritual. Me siento muy satisfecho de aquella experiencia porque dimos un gran paso en la integración que pensábamos lograr entre todos los integrantes que conforman la promoción. Tuvimos el auxilio y guía de dos amigos muy experimentados como Juanito Borea y Pablito Duque, y les estamos muy agradecidos porque motivaron el "abrirnos" para el grupo haciendo gala de transparencia, honestidad y sinceridad. Fuimos auténticos aquella vez, nos sentimos libres de ataduras, nos quitamos las máscaras que ha veces nos acompañan a lo largo de nuestra vida. Dimos gracias a Dios por darnos esa oportunidad de compartir y fue un fin de semana para nunca olvidar.




Hubo de todo, diversión, canto y alegría. También reflexión, mucha espiritualidad y fraternidad. Ese mes de abril del 2003 valió la pena invertirlo entre amigos, amigos de verdad. Fue una desentoxicación masiva, una depuración total donde el stress, la rutina, el trabajo y la familia, ha veces no nos dejan ser auténticos y hacen de nosotros seres sin brújula aunque nos vaya bien económicamente. Siempre es bueno darse un momento para uno mismo, un espacio, una promesa para contigo. Es lo que hace de tí un ser diferente.



He comenzado hablando de mi experiencia en ese retiro porque disfruto el compartir con los verdaderos amigos, aunque no todos piensen como yo, los siento muy compenetrados con lo que significa realmente la amistad de verdad.





Mañana tenemos la oportunidad nuevamente para estar en familia, para estrecharnos en un fuerte abrazo y decirnos lo que nos estimamos unos y otros. Un espacio necesario para romper con las barreras que ha veces nos separan o distancian del vínculo que siempre nos debe de unir: el ser exalumno marista. Nos vemos en este primer reencuentro amigos, lleguen temprano.




Paco Cárdenas Linares

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