Y así fue, mas de 9 horas juntos bajo un mismo objetivo. A decir verdad al principio la convocatoria no fue del todo efectiva, ya que teníamos problemas con los compañeros que han cambiado de correo electrónico y de teléfonos, esto hace más dificil que se enteren de lo que estamos haciendo. Nuestro grupo no es tan grande que digamos y las cosas mientras se acercaba el fin de semana se tornaban desalentadoras, sobre todo habían compañeros que aseguraron su participación y nunca pasaron por aquí, pero al final a Dios gracias seguimos trabajando con un saldo muy positivo.
Hay amigos que aparte de donar el dinero para comprar los víveres han donado ropa y enceres, medicina y juguetes; otros hasta trajeron los víveres y nos ahorraron el tiempo en la compra.
Salimos presurosos al autoservicio para las compras y fue muy divertido ver a cinco viejotes haciendo el mercado, viendo precios y calidades, discutiendo si se compran pañales o no. Las cosas se plantearon bien desde el principio y nos organizamos bien en la compra. Para conseguir la cajas donde almacenarían la ayuda fue lo mas bravo, nadie quería venderlas en el mercado y se hacían de rogar como buenos. Se optó por cambiar las cajas por bolsas plásticas de arroz al por mayor y así fué que logramos armar los paquetes familiares. Esta parte también demandó organización, Julián y Walter pusieron en práctica sus conocimientos de organización empresarial y como buenos líderes condujeron todo el accionar de la mejor manera.
Han quedado muchas cosas por hacer todavía, estamos esperando respuestas para consolidar el envío. Hay un ofrecimiento para realizar algo muy altruísta, sin embargo por el momento no es preciso adelantar todavía nada. Si no te haz puesto la mano en el corazón y otra en el bolsillo todavía puedes dar tu donativo ya que este fin de semana todavía se efectuará el envío al sur.
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