Después de los lamentables sucesos que experimentamos todos los peruanos con el sismo que azotó a todo el Perú y en especial al sur de Lima, podemos sacar muchas conclusiones: una es que no estamos preparados para afrontar situaciones similares (la telefonía, defensa civil, el ministerio de salud, las vias de comunicación, etc con inmensos errores y sobre todo deficiente)
Otra situación es la falta de amor al prójimo de algunos en aprovecharse de la situación para lucrar o lo que es mas triste robar al que necesita que lo ayuden. Siempre que sucede un sismo, una inundación, una sequía, excasez de agua, corte de fluído eléctrico siempre es la misma historia. Recién nos danos cuenta de nuestra "flaqueza" y ponemos el grito en el cielo. Y no debe de ser así, estamos viviendo en un país donde su territorio es muy accidentado por la variedad de regiones que tenemos, si nos gusta nuestra patria por lo bella que es, también debemos protegerla y sobretodo protegernos nosotros mismos.
Otra reflexión es que sólo en momentos como el del último miércoles nos acordamos que existe un Dios, sólo nos convertimos en hijos ingratos que además de ser desatendidos con nuestro Padre somos pedilones. Vivamos en solidaridad entre todos, vecinos, amigos, familiares, es decir nuestro prójimo nos necesita. Ahora les tocó a los chinchanos, iqueños y pisqueños. Hemos visitado sus ciudades que nos dieron abrigo y mucha distracción, es ahora cuando debemos devolverles el favor.
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