viernes, 7 de diciembre de 2007


LUCHITO SAYÁN: EL INCOMPRENDIDO REY DE LA PISTAS DE BAILE (Parte 2)

El Soundtrack de la película fue todo un exitazo, 250 mil copias vendidas, que era un montón en aquellos tiempos (no había piratería discográfica) y estalló una fiebre conocida entonces como Travoltismo o Travoltamanía.

Eran días previos al mundial Argentina 78. Perú había clasificado primero en su grupo y nada hacía presagiar la tristemente célebre derrota de 6-0 ante el equipo argentino. Eran también los días en que la coyuntura política estaba marcada por la inminente transición a la democracia, la Asamblea Constituyente presidida por Haya de la Torre, años más tarde, una galopante crisis económica calificada como "la peor en los últimos 50 años". En esos días, la película llegó a Lima para ser estrenada en el cine Metro, que por entonces mantenía su prestigio pese a que el centro de Lima iniciaba su decadencia. El éxito fue inmediato.

La gente hacía largas colas en los cines, compraban el long play, organizaban concursos de baile y los temas de la película copaban las radios, recuerdo que todos los muchachos hablaban solo de la película y de Travolta. Por su parte Lucho tranquilo nomás practicaba su baile por horas. Ustedes dirán ¿qué? ¿Sólo se la pasaba bailando todo el día? Él estudiaba inglés en la Brown.

La música que sonaba por aquel entonces era predominantemente disco. El primer tema que alcanzó el éxito fue "Deberías estar bailando" (You should be dancing), que los Bee Gees habían lanzado en el 76 y ya tenía disco de Oro en los Estados Unidos. Luego el fenómeno se afianzaría con éxitos como "Cuán profundo es tu amor" (How deep is your love), "Sobreviviendo" (Stayin' Alive) y "Fiebre nocturna" (Night Fever). Los temas disco se filtraron rápidamente en un ambiente musical dominados por temas como "Te amo", del italiano UmbertoTozzi, "YMCA" de Village People, "Celos" de Camilo Sexto, "Por muchas razones te quiero" de Palito Ortega y "Quién te cantará", de Mocedades.


Lucho practicaba mañana y noche. No se perdía de ningún fin de semana para visitar las escasas discotecas que habían en San Juan. Los concurrentes a las que habían en Lima eran sobre todo gente acomodada que había viajado al exterior o tenía noticias de ese tipo de locales nocturnos. Entre las más concurridas estaban el Eri Max, ubicada en Canaval y Moreyra; El Escarabajo, de Arriola −que por esos días era un lugar exclusivo−; El Club Unicornio, del Paseo de La República; y La Miel, del Ovalo de Miraflores. El estallido comercial originó la aparición de numerosos locales de baile y hasta academias donde se enseñaban los pasos de Travolta. Sayán solo se conformaba con bailar en el KV 7, La Mansión, en el Gallinero y en la de Juan Ochoa.

En aquellos años era muy tranca invitar a una chica a una Disco. Tenía que ser uno muy audaz para proponerle a una “amiga” que acepte ir contigo a bailar. Tampoco se tenía la costumbre de salir los fines de semana. Se tenía muchos prejuicios y los padres de familia no atracaban fácilmente. Ahora bién, Luchito se las ingeniaba para llevar alguna fémina y poder practicar su baile. El arte del floro le facilitaba tal menester. En esos tiempos era muy triste ver a la gente bailando sola y es por eso que no podía moverse sin alguna compañía.

Por esos días la mayoría de las radios locales todavía operaban en amplitud modulada (A.M.). La frecuencia modulada (F.M.) no estaba muy difundida. Los limeños recorrían a saltos el dial limeño entre emisoras como 1160, Panamericana, Miraflores, Atalaya y Radio San Isidro, que rápidamente se alinearon al influjo de la fiebre disco, ante la abrumadora demanda del público.


Me acuerdo también que el canal 4 incluyó en su programación el enlatado mexicano llamado también "Fiebre de Sábado ". El programa reunía en su set a los más audaces émulos de Travolta, venidos de diversas ciudades del país azteca. Leticia Perdigón y Fito Girón eran los que conducían aquel programa.

Y llegó el día, Lucho Sayán se tenía que presentar a la etapa primaria de calificación. Su compañera de baile al final se chupó y no lo quiso acompañar. No tuvo otra cosa que presentarse a bailar solo, al estilo de John Travolta. Desde entonces, no es raro ver a gente sola bailando en pistas de baile. El casting de selección se llevó a cabo con la presencia de algunos diskjockeys y ejecutivos de la radio, y por supuesto, bailarines de prestigio. Nuestro amigo se sacudió un poco y entró a la pista. El bailar con saco y pantalones muy ceñidos no le facilitaban movimientos mas elaborados. El resultado a pesar de esto y de transpirar copiosamente, fue positivo, Sayán Vicente clasificó para la ronda semifinal.
La próxima semana concluirá esta historia...
Paco Cárdenas Linares

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