martes, 15 de abril de 2008


LA DIABETES TIPO 2 Y LA ADOLESCENCIA


El diagnóstico de la diabetes tipo 2 es cada vez más común en niños y adolescentes xestadounidenses, especialmente en quienes son obesos. Algunos estudios muestran que entre el 8 y 45% de los niños que han sido recientemente diagnosticados con diabetes tienen el tipo conocido como 2, dependiendo de la situación geográfica y el grupo racial/étnico.

Mantener hábitos alimenticios saludables y practicar ejercicio de forma regular constituye un gran reto para los adolescentes con diabetes tipo 2, a quienes el control de su enfermedad, a pesar de ser imprescindible, les genera estrés. Esta es una de las conclusiones de un estudio de la Universidad Vanderbilt, en Tennessee (Estados Unidos), publicado en la revista "Pediatrics" y considerado el trabajo más amplio realizado hasta hoy sobre los hábitos de los adolescentes con esta enfermedad.

Según el doctor Russell L. Rothman, principal responsable del trabajo, "el problema es que, a pesar de que estos adolescentes demuestran seguir algunos hábitos considerados saludables, también reconocen tener un montón de comportamientos que no benefician al manejo de su enfermedad porque les genera mucho estrés".

Rothman y sus colaboradores estudiaron a un total de 103 individuos con diabetes tipo 2 y edades comprendidas entre los 12 y los 21 años. Más del 80% de ellos dijeron seguir las recomendaciones de sus médicos durante al menos el 75% de su tiempo; el 59% aseguraron controlar sus niveles de azúcar en sangre más de dos veces al día, y alrededor del 70% destacó que practicaba ejercicio al menos dos veces por semana.

Sin embargo, el 76% reconoció haber comido demasiado al menos una vez por semana y cerca de la mitad ingirió comida basura al menos cuatro veces al mes. Asimismo, el 20% bebió al menos un refresco diario. Muchos de estos adolescentes manifestaron que comían de forma poco saludable por estrés, aburrimiento o tristeza. Y un 68% veía la televisión al menos dos horas al día.

Según el doctor Rothman, "en estos niños controlar su enfermedad a diario tiene claras consecuencias emocionales". Enfrentar estas emociones puede hacer duro para ellos mantener sus hábitos saludables, algo que resulta particularmente preocupante en estos casos, ya que las personas que desarrollan diabetes tipo 2 en la adolescencia corren el riesgo de tener serias complicaciones de salud si no controlan bien el mal, entre ellas enfermedades de la vista, del riñón o del corazón antes de cumplir los 20 años.

La diabetes es una condición crónica que necesita atención cuidadosa, pero con algo de conocimiento práctico, usted puede hacer que su hijo sea su aliado más importante para aprender a vivir con la enfermedad.

Mientras los científicos perfeccionen mejores métodos de tratamiento o incluso de prevención o cura de la diabetes, los padres pueden contribuir a que sus hijos vivan vidas más felices y saludables proporcionándoles aliento constante, preparándolos con información acerca de la diabetes y asegurándose que los niños se alimenten adecuadamente, hagan ejercicio y mantengan al día su control de azúcar en la sangre. Haciendo esto permitirá que los niños participen de todas las actividades del resto de los niños, permitiéndoles crecer y convertirse en adultos saludables, bien adaptados y productivos.

Lic. Carmela Fernandini Artola


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