SER PADRE DESPUES DE LOS 4o
Diversos motivos (biológicos, laborales, personales) pueden hacer que el padre lo sea después de los 40 años, a una edad que puede ser considerada tardía para tener un hijo. Los hombres, como las mujeres, también tienen un reloj biológico y aunque pueden procrear hasta edades avanzadas, la elección de ser papá después de los 40 años presenta algunos riesgos, tanto físicos como sicológicos.
Las dificultades que pueden surgir por la brecha generacional abierta entre ambos se compensan con la tranquilidad, la mayor información, la paciencia y el cariño reposado que un padre mayor puede proporcionar a su hijo, facilitando ciertas ventajas en su educación.
El sistema reproductivo de los hombres envejece con el paso de los años. Aunque ‘fabrican’ esperma ininterrumpidamente y su capacidad para engendrar permanece casi intacta, la decisión de tener hijos a edad madura debe analizarse detenidamente, teniendo en cuenta las implicaciones en el desarrollo del bebé y en su crecimiento.
El primer paso que debe dar un hombre mayor de 40 años, interesado en concebir un hijo, es examinar su parte física. Para ello, tiene que someterse a un espermiograma para averiguar si existe algún problema de fertilidad. Esta prueba detecta inconvenientes que pueda haber con la eyaculación y valora la cantidad y calidad de los espermatozoides.
Un hombre se considera fértil si en esta prueba tiene, al menos, 30 millones de espermatozoides por centímetro cúbico, de los cuales el 25 por ciento debe poseer una buena movilidad. Si es estéril, se diagnostica el tratamiento más oportuno para mejorar la producción de esperma u optimizar este proceso para poder realizar una inseminación artificial, como última alternativa.
Razones para ser padre después de los 40
Son muchos y variados los motivos por los que un hombre se puede plantear la paternidad pasados los 40 años. Esta es una situación que, de partida, no debe ser problemática. Sin embargo, hay algunos aspectos característicos en la mayoría de los casos que conviene tener en cuenta.
1) Un hijo muy deseado
2) Compensar un vacío
3) Embarazo no deseado.
El problema de la esterilidad/fertilidad
Desde un punto de vista psicológico no podemos hablar de que exista una edad ideal para ser padres por primera vez ya que cada edad tiene sus ventajas y sus inconvenientes, marcados más por la persona en cuestión que por la edad en sí misma. Pero desde un punto de vista físico, la edad puede traer consigo problemas a la hora de concebir, aunque esto es más acusado entre las mujeres.
A partir de los 40 años la cantidad y la calidad de los espermatozoides empieza a disminuir y esta disminución aumenta drásticamente una vez que se llega a los 50. Si además la madre también ha rebasado la edad más fértil -35 años- el óvulo no podrá compensar las deficiencias de los espermatozoides y se hará más difícil tener un hijo. También aumentan las posibilidades de alteraciones genéticas.
Muchos hombres creen que cuanto existe mayor abstinencia son más fértiles. Ese es un mito puesto que es todo lo contrario, la productividad de espermatozoides va a depender de cuantas veces el hombre eyacule. Si el individuo esporádicamente realiza encuentros amorosos prácticamente en vez de tener espermatozoides van a tener espermatosaurios. Esto a manera de broma ilustra esta falsa creencia. Lo que si es cierto es que con la abstinencia van a existir más espermatozoides Y de los pocos que se puede producir en este periodo, por lo tanto las probabilidades de engendrar un varón son mayores.
La edad no es impedimento para engendrar un hijo. Los espermatozoides no se envejecen, al menos que haya factores que los perjudiquen como, por ejemplo, el alcohol, el cigarrillo, las infecciones genitales y las enfermedades de la próstata.
La diferencia de edades (Desface generacional)
Otro problema que plantean muchos expertos es la brecha generacional que puede surgir entre padre e hijo. El mayo problema llegará cuando el hijo sea adolescente y el padre no pueda entender su comportamiento. Si a cualquier padre la etapa de la adolescencia de su hijo es la más dura y complicada, esto se vuelve más notorio si entre ambos existe una diferencia de 40 años, lo que hará que, probablemente, al padre le cueste mucho más entender a su hijo y ponerse en su lugar, ya que tendrá más olvidados sus años de adolescencia.
Si para cualquiera puede ser difícil entender que un hijo se tiña el pelo de color azul y se haga una cresta punk, si el padre tiene más de 60 años se le hará imposible entender esto, creando una situación problemática y tensa en la familia. O el colocado de argollas y aretes en partes no convencionales de su cuerpo. O que la hija guarde preservativos en su cartera. La música que escuchan los hijos a veces va por otro camino con la nuestra, la moda a veces que es muy extravagante o sensual en el caso de las chicas, etc.
Si existen hijos muy pequeños, el ritmo de juego que ellos demandan es mayor. El gasto de energía es más elevado y demanda más tiempo que con un muchacho mayor. El físico puede jugar una mala pasada y eso sería muy perjudicial. Por otro lado, en algunos casos el tener un hijo pasados los 40, es como una inyección de vitalidad en el nuevo padre de familia. Al intentar ganar la confianza del niño o tratar de estar a su nivel, el espíritu del hombre rejuvenece y lo hace mas jovial y sensitivo en la crianza de su hijo.
Disfunción eréctil
Otro factor que obstaculiza la capacidad reproductiva del hombre es la disfunción eréctil. Los cuerpos cavernosos del pene se envejecen por la falta de oxigenación a medida que pasan los años, impidiendo tener una erección. La hipertensión, la diabetes o problemas con el colesterol son algunas de las causas de este inconveniente.
Los medicamentos para facilitar la erección no tienen contraindicaciones para la fertilidad y, por el contrario, mejoran la movilidad de los espermatozoides. Sin embargo, deben ser recetados por un médico porque tienen restricciones para pacientes cardíacos.
Muy importante saber
Para terminar diré que no todo son desventajas, sino que es mejor estar prevenido y conducirse mejor con consejos apropiados. El ser papá después de los 40 años permite ver las cosas como son y no como la impulsividad juvenil hacen ver; se produce una especie de rejuvenecimiento ya que el bebé tiene unas necesidades que incluso obligan a salir mucho más de lo que, a lo mejor, estaba acostumbrado. Se revive el amor de una forma diferente a la que conocían ya que el cariño que despierta un bebé es un tipo de amor generoso y hasta cierto punto desconocido y sorprendente. Además puede producir un aumento en la frecuencia de reuniones familiares, siendo el bebé la excusa para poder compartir más momentos familiares gratos.
También la tranquilidad de ánimo, el cariño reposado, la mayor disponibilidad de tiempo y de información sobre el bebé redundarán e influirán en una relación más productiva y estimulante para el bebé y para la familia en sí. Les resultará más fácil crear las rutinas que todo recién nacido necesita para sentirse seguro y tranquilo, así como repartir las tareas y responsabilidades que conlleva. Incluso el lenguaje normalmente será más adecuado y rico. Es así que generalmente los hijos de padres mayores tienen su impulsividad y sus energías propias de la edad pero suelen mostrar también una mayor madurez que los de su mismo grupo de edad sin que ello signifique, en ningún caso, que pierdan la identidad y características propias de su niñez sino que las disfrutan y viven de otra manera.
Lic. Carmela Fernandini Artola
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