Fue un domingo 15 de Setiembre del 2002 al mediodía. Humberto y Paco habían convocado a los muchachos de la promoción a una reunión de emergencia. Para eso todavía no estaba trabajando el equipo dirigencial de Pablo VI, muchos nos veíamos de vez en cuando solamente. El llamado fue para dar "una mano" a Juan Velarde que no se encontraba bien de salud y por ende había dejado de trabajar desde muchos meses atrás.
Humberto haciendo gala de buena fe y optimismo puso en marcha un plan de emergencia que apoyara a nuestro "Mandibulín" y que lo sacara del estado en que se encontraba. La convocatoria fue de un día para otro y en cuestión de horas un simbólico grupito nos acercamos a su domicilio. "El mounstro" quedó muy alagado y no sabía que decir de la emoción. Se surtió de víveres y enceres su hogar. Por otro lado algunos de nosotros cubrimos los gastos de la hospitalización y juntos le devolvimos la sonrisa a nuestro amigo.
Fue tanto el cariño y desinterés demostrado que Velarde rompió en llanto conmoviendonos a todos. Ese episodio dió inicio a que la promoción se ponga de pie nuevamente. Aquel detalle sirvió como piedra angular para edificar toda la organización que año tras año se viene haciendo en pro de nosotros mismos, dentro de Pablo VI. En aquel entonces nos hicimos la pregunta ¿Si en tan sólo unas horas nos movilizamos y cumplimos el objetivo, por qué no hacemos algo de más trascendencia? Esa misma pregunta nos la podemos hacer nuevamente ahora...
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