
MAYO DE 1968: “LA IMAGINACIÓN AL PODER”
…”Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura,
para la boca del pobre
que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa
¡viva la literatura!”…
Se acuerdan cuando Juanito con su guitarra nos hacía cantar con mucho entusiasmo esta canción inolvidable. Estos versos los escribió Violeta Parra allá por 1963, cinco años más tarde en Mayo de 1968, en Francia, cobrarían vida en uno de los más grandes episodios del movimiento estudiantil internacional, una inusitada oleada de masas que desbordó las fronteras del continente europeo y trascendió en el mundo entero marcando un antes y un después para el conjunto de las luchas sociales puso en jaque durante un mes entero al gobierno de De Gaulle y a un Estado de hierro pero con pies de barro.


Los viejos referentes de la izquierda francesa representados por el prosoviético PCF y el sindicalismo socialdemócrata fueron desbordados por la fuerza de un movimiento espontáneo que surgía en la búsqueda nuevos paradigmas; estaba ocurriendo algo verdaderamente nuevo, ajeno a los esquemas de escritorio, los obreros salían a las calles y se unían a los estudiantes en lucha; los trabajadores de Sud-Aviation de Nantes se declaran en Huelga y la fábrica es tomada mientras lo mismo ocurría en la empresa de autos Renault, los dirigentes sindicales no sabían como detener lo que a todas luces se venía encima: la Huelga General y ya 6 millones de personas entre trabajadores y estudiantes paralizaban toda Francia y entre la multitud se destacaba la figura de Jean Paul Sastre y su inseparable compañera Simone de Beauvoir repartiendo propaganda y apoyando los piquetes de huelga, se volvía a revivir la Comuna de París de 1871 solo que ahora los protagonistas eran hombres y mujeres jóvenes y obreros en overol empujados por nuevos lemas y consignas.
Mientras esto sucedía en el llano en las esferas del poder establecido De Gaulle jugaba sus últimas cartas y negociaba en secreto con los esquiroles de siempre enquistados en las dirigencias sindicales y del PCF que estaba preocupado más en cerrarle el paso al PSF de Miterand que en apoyar la Huelga General en marcha.

El 29 por la mañana De Gaulle no asiste al consejo de ministros y los gaullistas convocan para el día 30, sin saber si De Gaulle volverá o no a un mitin apelando al sentimentalismo patriotero para la defensa de la república; en ese momento, De Gaulle reaparece y se dirige al país por la radio, como en los años difíciles de la 2da. guerra, a fin de conseguir el máximo impacto y promete a los franceses que no se retirara. La Huelga es quebrada y el 12 de Junio se prohíben todas las manifestaciones y los grupos de extrema izquierda fueron disueltos. El 16 de Junio, los estudiantes regresaron a las aulas y el 30 de Junio, las elecciones legislativas dieron una mayoría aplastante al partido gaullista.
La marea social había pasado, sin embargo dejó huella y transformó en varios aspectos la sociedad francesa y las sociedades occidentales. Cuestiones tales como el reconocimiento de los derechos de la mujer, la liberalización de las costumbres, la democratización de las relaciones sociales y generacionales, la caducidad del autoritarismo en la enseñanza y la refundación de la nueva izquierda daban la señal de que no era el fin sino el inicio de una nueva etapa en las luchas sociales.
Mario Domínguez Olaya
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