DIOS CIEGA A LOS QUE QUIERE PERDER
Cuando escucho al Presidente García y a su primer ministro, de avances y objetivos logrados. Cuando es interpelado Del Castillo y el Ministro del Interior Alva Castro y todo queda ahí, nada pasó. Se dice que estamos avanzando y siguen los paros, protestas y manifestaciones, etc.
Entonces vino a mi mente el dicho popular “Dios ciega a los que quiere perder”. Porque de otra manera no se entiende el desencuentro entre las miradas de la inmensa mayoría del país (analistas, periodistas, gente común, encuestas) y las miradas de la cúpula gobernante. Para los primeros, el país vive una serie crisis que requiere medidas urgentes; para los segundos todo anda bien, y sólo se necesita una mejor comunicación para que los logros sean comprendidos.
Este desencuentro es sumamente preocupante; ¿cómo poder conducir un país cuando las percepciones son tan divergentes? ¿Cómo tomar las decisiones para enderezar el rumbo si uno cree que todo está por el camino correcto?
La historia está llena de ejemplos de grupos y clases gobernantes que vivían ciegos ante la crisis que bullía bajo sus pies, y que sólo fueron despertados de su ceguera cuando las masas populares desesperadas irrumpieron violentamente en la privacidad de sus palacios dorados. Es necesario un último esfuerzo de todos los que deseamos la estabilidad del régimen por hacer tomar conciencia a la cúpula del gobierno de lo que pasa en el país, antes que esto ocurra en el Perú.
Juan Borea Odría
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