viernes, 2 de noviembre de 2007


TUTUMA EN CASA DE LOS BALLUMBROSIO















Hace más de 2 años, tuvimos la suerte de viajar al sur chico de nuestro país. Chincha nos recibió con los brazos abiertos el 24 de setiembre del 2005 y aquel sábado por la noche la pasamos muy bien todos los suertudos que fuimos a casa de la familia Ballumbrosio, aquella familia de artistas muy conocida en el Perú y en parte del mundo.

Carlos Guevara, ya había coordinado con ellos (él en ese tiempo trabajaba allá) para que nos ofrecieran un espectáculo como ellos lo saben dar. No hubo problemas y la reunión sería esa noche del sábado 24. Pero en este artículo no tocaremos para nada el talento de familia que llevan de generación en generación, sino su cordialidad y casta de buenos anfitriones para con nosotros. Antes del baile entablamos conversación con algunos hijos de Don Amador, ahí estaba Roberto que muy amablemente sacó una botella de un líquido ambar oscuro y nos dió a probar copa en mano. Se trataba nada menos de un licor hecho por la región de El Carmen, llamado Tutuma. Nos reveló la leyenda de este licor afrodisiáco que al tomar-según nos dijo- hacía olvidar al que lo ingería en demasía de su honra, de la moral y se transformaba en una máquina sexual. Nos contó también que muchas veces parejas de recién casados que pasaron a visitarlos en su casa, no escatimaron al probar el trago, a olvidarse de sus parejas y a meterle cuerno con quien sea...realmente sorprendente. Se acabó nuestra botella y pedimos otra. En ese momento Julían compró una más para llevar (no sé para qué). Tragos van y tragos vienen y la alegría desbordaba a chorros.


Conocimos también en casa de los Ballumbrosio a Marycruz, una morenaza de porte y encanto sin igual. Muy linda y sencilla departió con todos nosotros y fue el punto de la conversación. Amiga de la familia, Marycruz era también conocida de Carlitos, posaba con nosotros para la inmortalidad en algunas fotografías que publicamos ahora. Algunos de nosotros por efecto del Tutuma, estábamos muy contentos y con el lobo caliente encima. La Tutuma había llegado a la cabeza, cuanta mas capacidad tenga nuestra anatomía cefálica, más corríamos el riesgo de que el trago haga efecto., así que me controlé, no así algunos compañeros.


Felizmente no consumimos mas, sino Marycruz y gran parte de la familia Ballumbrosio de seguro "pagaban pato". No sé como hice para bailar música negra, todos éramos en ese momento comnotados danzarines de festejo, zamacueca y landó. Lejos de Lima todo era bueno, lejos de la rutina y lo mismo todo esa noche nos parecía bacán. Las morenas que bailaban con el grupo de nostros lo hacían tan bien que ha veces sentíamos como nuestra cintura y caderas parecían romperse con el esfuerzo de aquel movimiento frenético.


La noche transcurría y la alegría fue la reina en aquella reunión inolvidable que marcó el plato fuerte de nuestro viaje a Chincha ese año. El Carmen, cuna de gente negra muy buena y jacarandosa nos hicieron sentir más peruanos que de costumbre. Al final salió el Patriarca Don Amador y nos tomamos la foto final que da comienzo a este artículo. Incansables de ese lugar partimos a seguir la diversión a una disco al distrito de Sunampe, pero esa es otra historia....

1 comentario:

  1. eso es todo lo q algun dia vivi, visitando el carmen, son las mismas xperiencias repetidas d cada persona q sale d ese lugar ..lo maximo...

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